La Promoción en la empresa
Mucho se ha escrito acerca de que la promoción interna es uno de los factores que más influyen en la satisfacción y motivación laboral dentro de una empresa.
Igualmente sabemos que la promoción interna aporta una serie de beneficios y ventajas tanto a la empresa como al trabajador como:
* Tener personal más implicado y fidelizado en el trabajo y en la empresa.
* Menor rotación del personal.
* Proceso de adaptación mucho menor que si recurrimos al mercado externo.
* Reducción del absentismo.
* Mejora de la productividad.
* Buen clima laboral.
* Incentiva la formación dentro de la empresa.
* Disponer de buenos profesionales en cada área de trabajo
* Tener muchas garantías de éxito en el desempeño de la nueva función ya que conocemos las cualidades de la persona promocionada.
* Evitar o minimizar la fuga de talentos.
Estas son efectivamente parte de las ventajas más importantes que nos aporta la promoción interna y que toda empresa debe intentar cubrir con su personal, aunque a veces, la empresa considere que debe optar por el mercado externo para cubrir algún puesto determinado, porque nunca la promoción interna ni puede ni debe frenar la llegada de talento exterior.
Pero, como ya he dicho anteriormente que de las ventajas se ha hablado y escrito mucho, quiero hacer algunas reflexiones acerca de los problemas que pueden acarrear en la empresa, cuando la promoción se le da a personal no adecuado para el puesto.
Cuando hablo de problemas, no me refiero a promociones de categorías, si no, a promociones de puestos, es decir, generalmente no hay problemas cuando alguien promociona de oficial 3º a oficial 2º , administrativo de 2º a administrativo de 1º etc etc.. me refiero a cuando promocionamos a alguien de una categoría “ X “ a encargado de…. O a jefe de…… y su trabajo cambia sustancialmente ya que entonces pasa a tener que gestionar personal , presupuestos, objetivos de equipo etc etc …. Y esto no lo había hecho antes.
Problemática de una incorrecta promoción
1.- Mal ambiente laboral.
Todos conocemos la frase que dice:
“ No siempre el mejor vendedor es el mejor jefe de ventas”
Esto a veces pasa en la empresa, que creemos que el que mejor hace el trabajo administrativo puede ser el jefe de equipo y cuando tiene que gestionar personas y resolver problemas o conflictos, fracasa y sus compañeros no confían en él creando un mal clima laboral.
2.- Perjudicar a la empresa y a la persona.
No siempre conocemos a las personas tanto como creemos y a veces damos un ascenso a personas que su trabajo lo hacen perfectamente pero no están capacitadas para las exigencias del nuevo puesto. No se enfrentan a los problemas, no saben dirigir, les cuesta gestionar, no son líderes, etc. etc…
Yo he vivido esta experiencia y puedo decir que cuando esto ocurre, hay que dar marcha atrás y a veces es tan irreversible la situación que el empleado ( que era un magnífico profesional en su puesto) termina fuera de la empresa, porque volver a su antiguo puesto podría ocasionar más problemas que beneficios.
De esta forma hemos causado un perjuicio a la empresa, que pierde un buen profesional y sobre todo al empleado que se queda sin su puesto de trabajo.
Por eso siempre que haya que promocionar a alguien hay que analizar a fondo los requerimientos del nuevo puesto y conocer si la persona está preparada o tienes las aptitudes requeridas.
Todo esto está resumido en una frase que llegó a mis manos y que tenía enmarcada y que dice:
“En una empresa, lo importante no es saber, si no, saber quien sabe”.
Alejandro García Benito