¿Cómo anda tu marketing personal?
La mayoría de nosotros tenemos claro que existen productos que disponen de un importante nivel de diseño y de utilidades que los hacen muy atractivos para el mercado. Por ejemplo, Apple ha revolucionado el mundo de las comunicaciones mediante productos con un diseño y prestaciones que han enamorado a su público objetivo.
En gran parte, gracias a este plus de diseño y a saber plasmar en un producto lo quiere el cliente, la firma norteamericana factura, en plena crisis, miles de millones de dólares.
Esto es fácil de entender para todos pero, la pregunta que te hago es la siguiente:
“¿Tienes claro de que tú también eres un producto dentro de un mercado?”
A medida de que seas consciente de esto, deberás pensar a qué mercado te diriges y qué atributos diferenciadores puedes ofrecer para ser más atractivo que tus competidores.
Por ejemplo, si eres ingeniero mecánico y hablas alemán dispones de un mercado al que no podrán acceder compañeros tuyos de la carrera que no hablen alemán. El hablar alemán puede ser un diferenciador. Pero, como en cualquier mercado, los diferenciadores de hoy serán comodities en el mañana. Por eso, al igual que los vehículos traen cada vez más extras para satisfacer las nuevas necesidades de su clientela, nosotros cada vez tenemos que formarnos más para estar alineados con los nuevos requerimientos del mercado.
Un aspecto que me gustaría resaltar como atributo, siempre tenido en cuenta por las empresas, es el de la inteligencia emocional. Hay muchos profesionales con brillantes currículos académicos que no son capaces, por ejemplo, de ser empáticos con un compañero o con un cliente o tienen un trato frio y distante con las personas de su entorno o se ponen nerviosos al hablar en público o al exponer una idea. Te digo que este aspecto de habilidades sociales y directivas es uno de los más valorados por las empresas y que forma parte de tu diseño como producto de mercado que eres.
Para ver como está tu marketing personal te invito a que hagas un sencillo ejercicio en función de los objetivos que quieras conseguir para tu empresa o quizás para conseguir un nuevo trabajo.
El ejercicio es un análisis DAFO* personal con un fin definido. Por ejemplo soy un empresario que quiere abordar una nueva tipología de clientela. Las preguntas que me puedo hacer son las siguientes:
1. ¿Qué debilidades tengo como profesional para alcanzar este tipo de clientela?
2. ¿Qué amenazas existen en el entorno para que puedan llegar mis competidores antes que yo?
3. ¿Qué fortalezas tengo para hacer cliente a esta tipología de empresas?
4. ¿Qué oportunidades tiene mi empresa si logra a esta tipología de cliente?
Cada respuesta deberás responderla y proponer soluciones y así identificar como está tu marketing personal. Otro indicador sobre tu marketing personal es el que te ofrece la gente que tienes alrededor como amigos, vecinos y colegas de trabajo. ¿Te piden consejo? ¿Valoran tus recomendaciones? ¿Te invitan a conferencias, a comer, a tomar un café o a conversar? ¿Aportas soluciones creativas? ¿Sabes comunicar con entusiasmo tus ideas?… Estos también son indicadores de si tu marketing personal está alto o no.
Te propongo que hagas una reflexión humilde sobre ti mismo como producto de mercado y te plantees un plan de acción sencillo que contrarreste tus debilidades y potencie tus fortalezas. Ya verás como consigues cambios sorprendentes.