Ahorro empresarial
Son varios los artículos escritos a raíz de la crisis para proceder al ahorro en la vida diaria: ahorrar en la compra, en la factura de la luz, en la del teléfono, etc. Pero también hace falta ahorrar en el trabajo, es decir, en nuestra empresa.
La filosofía de una empresa debe ser la “AUSTERIDAD” y no sólo en época de crisis o vacas flacas. También en tiempos de bonanza, la gestión de costes debe hacerse siempre. El objetivo de una empresa es saber qué necesidades de gasto tiene, en qué se gasta y los motivos del gasto.
Las empresas que mejor afrontan la crisis son las que gestionan los costes en los tiempos buenos como si estuvieran en crisis. Los directores, gerentes, jefes de sección, etc. deben tener en su agenda, sobre la mesa, objetivos para la reducción de costes, y con criterios de rentabilidad, tomar decisiones sobre procesos, productos, compras y clientes. El control de costes debe ser una constante en el tiempo, el cliente debe percibir nuestra cultura de optimización de los costes.
Las medidas de ahorro eficaces son aquellas que se buscan a medio y largo plazo y no las que se toman de forma precipitada que, aunque en un principio parezcan eficaces (por ejemplo, reducir personal), que aunque a priori tienen un resultado claro y directo porque dejas de pagar un sueldo repartiendo el trabajo entre el resto de empleados, a la larga no son las más rentables.
Cuando hablamos de “ahorro” no nos referimos por tanto a recortar en aspectos básicos ni medios eficaces para el trabajo, eso sería perder calidad y por consiguiente perder clientes, pues existen otras formas de ahorrar dinero en la empresa con resultados excelentes. ¿Cómo?: recortando GASTOS (usar de manera responsable la energía eléctrica, bajar costes de viajes, prever los desplazamientos y dejar billetes cerrados, intentar pernoctar en hoteles aceptables, usar más el correo electrónico y menos el correo postal, menos comidas de empresa, no hacer fotocopias innecesarias, negociar a la baja con proveedores, etc.
Estos son algunos ejemplos de los muchos que podemos exponer y que nos llevan a un ahorro efectivo sin eliminar medios básicos para no perder nuestra calidad de servicio y fidelizar a nuestros clientes, pues si yo ahorro podré ser más competitivo en precios y, por lo tanto, podré beneficiar a mi cliente.
Pero esta AUSTERIDAD no podrá ser llevada a cabo de una manera efectiva si no hay una cultura de empresa a todos los niveles: todos los integrantes de la empresa deben participar en el AHORRO, cada uno en su área de trabajo.
Las empresas que hayan tomado como filosofía la AUSTERIDAD estarán más preparadas para los momentos difíciles y el personal más preparado para colaborar aportando ideas. No siempre las mejores ideas las aportan los directivos. Muchas de las ideas más efectivas son aportadas por los empleados, pues son los que llevan el día a día de la empresa.
Muchos recordaréis la anécdota de una empresa que fabricaba pasta de dientes y como vendían poco, la dirección se reunió y llegaron al acuerdo de que debían cambiar el embalaje del tubo de esa pasta. Efectivamente vendieron algo más pero los beneficios eran menores dado que el coste del nuevo embalaje superaba los beneficios de esa mayor venta. Hicieron alguna cosa más pero siempre con resultados negativos. Por fin decidieron reunir al personal para decirles que debían despedir a trabajadores porque las ventas habían caído y no encontraban la fórmula para vender más, y que esperaban la ayuda de ellos.
Entonces un empleado sugirió: ¿Por qué no hacen el agujero del tubo algo más grande?. Como todos suponéis esa fue la solución, sin invertir ni un céntimo las ventas fueron mayores ya que el producto se consumía antes.
Esta anécdota es un claro ejemplo de que los ahorros deben ser cosa de todos. Para ello los empleados deben estar motivados y creer en su empresa, una forma clara de motivación es la formación. Una empresa que invierte en formar a sus empleados, ganará en CALIDAD y AHORRARA, o lo que es lo mismo, tendrá muchas más posibilidades de salvar situaciones difíciles y de poder progresar.
Resumen de puntos clave para el ahorro:
1.- Austeridad incluso en época de bonanza
2.- La Austeridad debe ser una filosofía de empresa
3.- No recortar en medios que deterioren la calidad
4.- Todos los empleados deben participar (cada uno en su área)
5.- Motivación del personal, sobre todo, a través de la formación.