Sin lugar a dudas el tema del emprendimiento está completamente de moda. Los distintos medios y partidos políticos alientan a que los ciudadanos emprendan y a los empresarios que aborden nuevos proyectos empresariales.
Esto está muy bien pero lo que no te cuentan es que el 95% de las nuevas empresas mueren antes de los 5 años y en gran parte de las ocasiones por no haber “hecho los deberes” antes de comenzar. Te cuento esto no para asustar sino más bien para que tomes conciencia de que hay más herramientas que la intuición, ya sea masculina o femenina, para abordar con ciertas posibilidades de éxito un proyecto.

En el campo de la investigación el azar no favorece más que a los espíritus preparados. -Louis Pasteur

Cuando tengo clara la oportunidad de negocio debo contrastar con mi mercado potencial si ellos la ven igual de interesante que yo. Para esto debo llevar a cabo, antes de asumir inversiones y gastos, lo más importante y económico: una investigación de mercado. Aquí te doy unas pautas para que tengas retroalimentación del mercado y decidas de la manera más objetiva posible si llevar a cabo el proyecto o si optar por pensártelo mejor. Como decía Henry Ford

Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizás sea ésta la razón por la que haya pocas personas que lo practiquen.”

1º Punto de partida: aquí se encuentra la idea de negocio. Se trata de saber si, tal y como la has concebido, es negocio o no. Por ejemplo la idea es que quiero montar en una zona de oficinas un establecimiento donde se sirvan zumos de fruta recién exprimidos.

2º Diseño de entrevistas: en este apartado debes definir un cuestionario muy bien elaborado del que obtengas información relevante para llevar a cabo el proyecto. Utilizando el refrán popular “quien bien te quiere te hará llorar”, puedes invitar a familiares y amigos a las primeras entrevistas con el objeto de que te digan abiertamente y sin medias tintas qué opinan del proyecto, sus puntos débiles y áreas de mejora. Los aspectos más relevantes a investigar son: el tamaño del mercado, el valor que le dan los clientes potenciales al producto o servicio ofrecido, la existencia de productos sustitutivos, el precio que la clientela estaría dispuesta a pagar, etc.

3º Analiza los resultados de las entrevistas: aquí el tamaño de la muestra debe ser el mayor posible. No podemos sacar conclusiones con una clientela objetivo de, por ejemplo, 300.000 personas haciendo 5 entrevistas.

4º Haz un piloto: en el caso de los jugos de frutas puedes dar a probar muestras a tu clientela objetivo y que éstos te digan qué les parece y que las valoren en función de los parámetros que hayas seleccionado como diferentes a competidores, por ejemplo.

5º Saca conclusiones objetivas: Éstas te van a servir para decidir si emprender o no.

Espero, con estas indicaciones, haberte hecho pensar para evitar que hagas lo que hace la mayoría que se estrella: hacer la inversión y luego ver qué pasa. Emprender sí, pero de forma profesional.