Empleados tóxicos
Hace algún tiempo una empresa contrató nuestros servicios de consultoría con el objetivo de captar clientes porque, según me comentó el gerente de la empresa, estaban perdiendo clientes debido a la crisis. Cuando hice la primera visita y pasé por la zona de oficinas noté mucha tensión, caras largas, un ambiente un tanto desagradable… que achaqué a la incertidumbre del empleo, la crisis, etc., aunque esta empresa se dedica a un sector no especialmente influido por la situación económica.
Al realizar un primer diagnostico anónimo con cada uno de los empleados clave identificamos un típico ejemplo de empresa con empleados tóxicos.
Un empleado tóxico es aquel que envenena el ambiente laboral haciendo que el resto de los empleados o compañeros se cuiden muy mucho de no hablarle más de lo estrictamente necesario, ya que el empleado tóxico se encargará de dar respuestas agresivas, sarcásticas o impertinentes haciendo a la otra persona sentir mal. Otro síntoma del empleado tóxico es que fomenta las críticas destructivas hacia otros compañeros y/o hacia sus jefes contaminando el entorno con murmuraciones negativas contagiosas que a lo que conducen es a tener un departamento o una empresa contaminada. Además, muchos de ellos gozan del síndrome del experto, es decir, saben qué hacer en cualquier situación (“el listillo de turno”) por lo que el resto del mundo es un tanto memo y, claro, así tratan a los demás…como memos. Otros están echando pulsos constantemente para demostrar su poder tensionando así el ambiente y haciendo que cuando terceros visiten las instalaciones o incluso llamen a la empresa por teléfono perciban esta hostilidad. Lo cierto de todo esto es que la “maquinaria humana” es más productiva en ambientes agradables y con un clima sin tensión entre compañeros.
Bueno, después de esta desgastante descripción, te doy algunos consejos, si eres gerente o responsable de un departamento que espero, te ayuden a la hora de contratar a personas para trabajar en tu organización.
Busca personas con una formación alineada con las necesidades del puesto, pero además con un alto grado de Inteligencia Emocional. Este termino fue acuñado por Daniel Goleman y descrito en su libro publicado en 1995 donde describe que las personas con inteligencia emocional son las que son capaces de manejar constructivamente sus sentimientos y los de los demás de forma que, por ejemplo, en una empresa, serían personas con las que fácilmente se podrá trabajar en equipo, se llegará a acuerdos positivos para la empresa y serán personas que sabrán tratar bien a los clientes puesto que tienen la capacidad de ponerse en el lugar del cliente y dar a éste el servicio que a él le gustaría recibir si la situación fuese al revés.
Bueno, si tengo una persona dentro de mi equipo que obedece al perfil de empleado tóxico y es un buen profesional en su área de competencia ¿Qué puedo hacer?
Lo primero es hacerle ver, de forma asertiva, que su comportamiento no suma sino, más bien, todo lo contrario para conseguir los objetivos de la organización. En muchas de las ocasiones los empleados tóxicos no sabe que lo son por lo que en tu labor de jefe está este cometido.
Una vez que le hagas ver que su comportamiento es destructivo y que puede llevar a la pérdida de clientes o a la destrucción de un equipo de trabajo, préstale tu ayuda para que cambie estos hábitos negativos. Ya sea mediante la recomendación de algún libro o mediante alguna ayuda profesional.
En caso de que siga en sus trece, es mejor prescindir de esta persona ya que las empresas son el fiel reflejo de las personas que la integran y necesitamos personas que sumen y que aporten valor a compañeros y clientes. Insisto: es una labor y responsabilidad de la dirección atajar este problema de la forma más positiva para la organización. Siempre abogo por dar alguna oportunidad pero no más.
Las empresas con un buen clima laboral son mucho más productivas.
Espero que os sirva de ayuda para la próxima vez que tengáis que contratar a alguien. No solo valoréis el perfil académico sino también el emocional que es, sin duda, clave para trabajar en un ambiente agradable, distendido y productivo.