Como todos sabemos, las empresas españolas son, en más de un 90%, pequeñas y medianas empresas. De éstas, un altísimo porcentaje son empresas familiares. Muchas de ellas fundadas con pocos recursos y fruto del esfuerzo, la dedicación, la austeridad, la prudencia y un sin fin de elementos sufridos por los fundadores en primera persona. La pregunta que te plateo en este artículo es:

¿Qué ocurre a la hora de la sucesión hacia la siguiente generación?

Para minimizar los riesgos de que las segundas o terceras generaciones que quizás, no pasaron tantas penurias para sacar la empresa adelante, y por ende no sientan tanto la empresa, hay organizaciones familiares que deciden diseñar un protocolo familiar.

Un protocolo familiar es un documento negociado por los integrantes de la familia empresaria que pretende regular de manera inteligente la relación entre la empresa y la familia para que estos sean entes completamente aislados de forma que los problemas que puedan surgir en la familia, no se transfieran a la empresa. Así disminuimos los riesgos de perjudicar la empresa o incluso algo peor, acabar con ella. Te doy un dato, más del 70% de los fracasos de empresas familiares no se da por aspectos del negocio en si, sino por problemas vinculados a la aspectos de miembros de la familia relacionados con emociones, egos, etc…

La siguiente pregunta que cabe es ¿Qué aspectos fundamentales debe recoger un protocolo familiar?

Los aspectos más importantes que debe recoger el protocolo familiar son, por ejemplo, qué condiciones debe reunir un nuevo miembro que se quiere incorporar a la empresa familiar. Ser hijo, primo o sobrino no debería ser suficiente. Estos aspectos pueden ser el nivel formativo, varios años de experiencia trabajando en una empresa externa a la familiar, si es una empresa internacionalizada nivel de idiomas, etc… Otro aspecto son las condiciones remunerativas para empezar, qué requisitos son necesarios para ascensos, qué exigencias son necesarias para entrar y salir de la empresa, el aspecto ético y los valores de la empresa.

Otra pregunta que también aplica es: ¿Qué validez tienen los puntos plasmados en un protocolo familiar?

Estos pactos recogidos en el protocolo familiar y firmados por los integrantes de los familiares accionistas pueden obligar desde el punto de vista legal y algunos de ellos se pueden, e incluso te diría, deben ir reflejados en los estatutos de la empresa para que así tengan efecto ante terceros.

Hace unos días estuve tomando un café con un cliente, al que admiro y respeto, y me comentaba al respecto que él creía que una de las claves del éxito de la sucesión de la empresa familiar es el saber transmitir a las siguientes generaciones el amor por la empresa y por la marca. Él me contó que cuando se hizo cargo de la empresa fundada por su padre sintió una gran responsabilidad. Este mismo sentido de responsabilidad se lo está transmitiendo, como labor de concienciación y pedagógica, a sus hijos.

Como casi todas las labores educativas, ésta también empieza en el núcleo familiar.

Una vez más, el sentido común impera a la hora de proyectar el futuro de tu empresa familiar y de cualquier otro aspecto que merezca la pena en la vida.

“Si quieres a tus hijos déjalos que pasen un poco de hambre y un poco de frío” – C. Castelló